De tapas por Logroño

Logroño, ciudad bañada por el río Ebro, es rica en historia y tradiciones, por haber sido «lugar de disputa de fronteras entre los antiguos reinos de la Península Ibérica durante la Edad Media […] y un obligado alto en el camino en el  Camino de Santiago». Con unas pocas horas se puede recorrer cómodamente todo el centro, descubriendo monumentos (ej. Concatedral de Santa María de la Redonda o las Murallas del Revellín) y agradables rincones de la ciudad, como el paseo del Espolón o la plaza del Mercado.

El año pasado, Logroño fue la capital gatronómica española 2012 (este año lo es Burgos) «por ser la región que más ha destacado en la promoción de la gastronomía como destino turístico». Este nombramiento resulta de un proyecto conjunto entre la FEHR (Federación Española de Hostelería) y la FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo), para colaborar en la difusión de la oferta gastronómica de las diferentes provincias, así como consolidar la gastronomía como un activo relevante en el sector del turismo.

La gastronomía de La Rioja, además de brindar la posibilidad de paladear excelentes caldos (D.O. Rioja), cuenta con sabrosos platos de tradición popular, donde se combinan productos sencillos y de calidad de la región (pimientos, alcachofas, espárragos, acelgas, borrajas, alubias, etc.) con carnes (cerdo, cordero) o pescados (trucha, bacalao). Estas son las materias base para platos como la menestra de verduras, las patatas a la riojana, las chuletillas de cordero y cabrito al sarmiento, los pimientos rellenos, los guisos de pochas (son alubias, no secas del todo) con codorniz o de caparrones con chorizo riojano. En cuanto a los postres típicos, no debéis perderos los fardelejos de Arnedo (hojaldre con pasta de almendra) o los mazapanes de Soto (elaborados con azúcar y almendra molida – exquisitos y de gran calidad).

Os ofrezco a continuación (siguiendo el orden de las fotos), un menú largo y estrecho por la calle Laurel y sus aledaños. Como véis, mi paseo dio mucho de sí … que lo disfrutéis.

1. Juana La Loca – [San Agustín, 41 – Logroño]: caldo carne o marisco, hamburguesita y chipirón
2. Bar Soriano – [Travesía de Laurel, 2 – Logroño]: setas
3. Bar Cid – [Tra vesía de Laurel, 1 – Logroño]: setas
4. Bar Que Pasada – [San Juan, 18 – Logroño]: la alpargata especial
5. La Quimera – [Calle Marqués de Vallejo, 9 – Logroño]: carillera confitada a la plancha
6. Las letras de laurel – [Laurel, 22 – Logroño]: brocheta de sepia
7. La Casita – [Laurel, 13 – Logroñoz]: sorbete de limón al cava o gin-fizz

(*) En esta visita a esta tierra, no me tomé un pincho de algo típico de la zona que ya he tomado otras veces, los embuchados (similar a los zarajos). Se toman a la plancha y van acompañados de pimientos asados o de carne de pimiento picante.

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Una cervecería madrileña desde 1815

Las cervecerías Santa Bárbara llevan muchos, muchos años sirviendo cervezas y, como indican ellos en su web, van camino de los 200 años de antiguedad. Cuentan con cuatro locales en Madrid y presumen de ser unos de los mejores tiradores de cerveza de la capital.

Centro Comercial Zielo Shopping, Local 34B 28224 – Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Centro Comercial Zielo Shopping, Local 34B 28224 – Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Centro Comercial Zielo Shopping, Local 34B 28224 – Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Centro Comercial Zielo Shopping, Local 34B 28224 – Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Centro Comercial Zielo Shopping, Local 34B 28224 – Pozuelo de Alarcón (Madrid)

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Los comienzos de su historia se remontan al 17 de octubre de 1815, cuando el Conde de Motezuma de Tula y de Tultengo otorgó licencia para establecer la fábrica de cerveza Santa Bárbara en la calle Hortaleza, nº 2.

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Desde entonces, ha sido punto de encuentro para numerosos madrileños y fuente de inspiración para otros, ya que Benito Pérez Galdós las menciona en uno de los Episodios Nacionales: “… su almuerzo, el cual, según después observé, era el mismo todos los días. En la propia mesa de su despacho le sirvieron una chuleta con patatas, una ración de queso Gruyère y un vaso de cerveza de Santa Bárbara. Cuando vino el mozo del café a recoger el servicio, don Francisco le pagó de su bolsillo, y seguimos trabajando.“

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Son muchos años de tradición y buenhacer, lo que les ha permitido expandirse y salir del núcleo urbano a Pozuelo de Alarcón. Es en 2009 cuando abrieron local en una de las esquinas del Centro Comercial “El Zielo” [Av. De Europa, 26]. Aquí es donde, después del trabajo, me he reunido esta tarde con una buena amiga.

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El local cuenta con una pequeña terraza para el buen tiempo y el espacio interior, por su decoración, a mí me transporta a un tiempo anterior donde las tertulias entorno a las mesas eran centro de la vida social madrileña y, si cabe, más importante que en nuestros días. Por ser lunes santo, lo hemos tenido prácticamente para nosotros solos.

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Hemos tomado una ensalada de mango y foie (ofrece un toque muy interesante que contrasta con la frescura y dulcura del mango) y una tempura variada de verduras y langostinos. También, aunque no he llegado a sacar una foto, hemos disfrutado de unas croquetas de txangurro espectaculares (a mí personalmente, me resulta muy difícil encontrar unas buenas concretas fuera del hogar materno). Por último y para cerrar la velada, hemos compartido una tarte tatín de manzana con helado de vainilla … completamente casero y la manzana en su punto de cocción (muy recomendable).

El Tubo (II)

Estos dos meses de trabajo por Zaragoza, también me han brindado la oportunidad de volverme a encontrar con una amiga que hacía muchos años que no veía. Gracias a ell0, hemos podido ponernos al día de nuestras vidas y compartir mesa en los sitios que tan acertadamente eligió.

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Algo más * (c/ Estébanes, 2 – Zaragoza)

Un bar de obligada visita para ir a tomar un buen tapeo. De aspecto actual por su decoración en colores vivos, ofrece una amplia carta de pinchos, entre la que pude degustar unas migas especiales (con uvas, huevo frito, morcilla y chorizo) … jugosas y riquísimas (me encantaron). Las migas es uno de los platos típicos de las gastronomía aragonesa, que generalmente se preparan con con ajo, cebolla, tocino, chorizo o morcilla, y se comen con uvas.

Son también especialidades de este local, la morcilla de sésamo con foie o la tortilla de patata envuelta en pimiento verde, además del arroz negro y el pincho de seta rebozada con jamón y queso, que están teniendo buena acogida.

Cuentan con una amplia selección de vinos (nacionales y algún extranjero). Mi opción fue acompañar las migas con un vino blanco (Absum) de la zona (D.O. Somontano), de cata afrutado y acidez equilibrada.

(1) Foto del local: perfil en Facebook. 
(2) Reportaje de zaragozando.com en YouTube.

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Triana   (c/ Estébanes, 7 – Zaragoza)

Dentro de la misma calle, hicimos otra parada en Triana. Fundado en 1950, debe su nombre a la admiración que tienen los dueños al bien conocido barrio sevillano. Como indican en su web, desde entonces no han parado de servir tapas, raciones y platos de cocina tradicional, elaborada con cariño y dedicación.

Es un local amplio, ambientado como una taberna andaluza, pero con la particularidad de que la mayoría de sus paredes se encuentran cubiertas de armarios con botellitas de vinos y licores.

Como fuimos de picoteo, nos decantamos por una berenjena rellena de carne y unas madejas con pimientos de padrón.

Esta vez, el caldo con el que acompañó fue una copa de vino de Viñas del Vero.

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La Republicana (c/Méndez Nuñez, 38 – Zaragoza)

Local que pertenece a los mismos dueños que la Bodeguilla de la Santa Cruz y cuenta ya con con casi 30 años de historia a sus espaldas. Es un local acogedor, donde tomar comida casera. Dispone de una gran barra y unas cuantas mesas al final.

Su decoración recuerda a las antiguas colmados. Las estanterías se han ido llenando poco a poco con objetos familiares y traídos de rastros y mercadillos, convirtiéndose en una especie de anticuario abierto al público. El ambiente te devuelve a un tiempo en el que las sobremesas eran largas y los bizcochos se hacían en casa. Este tipo de decoración está siendo tendencia, porque en el último año he podido visitar varios restaurantes con esta línea en su decoración.

frece variedad de tapas y raciones, tradicionales (foto 1 – huevos aragoneses) y modernas (foto 2 – bolas de calabacín con merluza y empanadillas de puerros con queso). Entre los que se comenta por la red, algunas de las especialidades son las papas con mojo, cebollas confitadas con roquefort y el pollo al curry, entre otros.

(*) Perfil en Facebook.